29 dic 2009
Tras una mañana agotadora nos dirigimos hacia Medinet Habu, impresionante
ahora volvemos al barco. Allí nos esperan, como siempre tras una visita, los camareros con unas toallas enrolladitas mojadas y perfumadas para refrescarnos. La verdad es que en el barco el trato es excelente. Después de comer solo tenemos media horita así que vamos al bar del barco, yo intento dormir una siestecilla mientras Ángel y los chicos juegan a billar. Angelito ganó…o eso creo.
El barco se pone en marcha en dirección a Luxor para llegar allí a media tarde. Yo sigo con mi dolor de cabeza y ya han empezado las molestias estomacales tan comunes en Egipto. En realidad me siento como una piltrafilla, sin dormir, dolor de cabeza, estómago a la virulé….vaya, que soy un cromo.
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